¡Ni Carnavales ni leches, que somos la AA. VV. Vegueta! ¡Aquí se viene a dormir… y a recibir subvenciones porque «para algo somos el barrio histórico»! Pero los ruiditos, por favor, a los otros barrios.
Lo más curioso de todo esto es que, 15 minutos antes de que se pusieran a cantar, a los responsables del pregón se les llenaba la boca con las clásicas palabras que cada año se repiten pero cada vez suenan más huecas:
¡Y ahora a celebrar el auténtico carnaval, el carnaval que se vive en la calle!
¡Y un huevo…duro!
Para quien no lo sepa, la Chirimurga del Timple (la Chirimurga o «la Chiri», como la quieras llamar) nació como una alternativa (no rival) a las murgas. Su idea, inspirada en el modelo de las chirigotas de Cádiz, se basaba en la creación de otro tipo de temas y tocar otros estilos y, sobre todo, ir a cantarlos a la calle con la gente que salía de Carnaval. Desde el primer año, rompieron por su originalidad. Y por su calidad, ya que está compuesta por músicos, algunos conocidos cantautores.
Hoy por hoy, ya están llenando teatros y los municipios se los rifan. Aún así, han querido seguir «regalándole» a la ciudad sus actuaciones en la calle, porque es lo que les gusta y porque no todo el mundo puede verlos en los recintos. Pues se ve que esto le molestó a los señoritos de la asociación. ¡Y todo con una guitarra, un timple y un cajón!
La nominación, que llega por la CazaToletes Almudena, entra directamente en las Marcas de febrero 2020. Se confirma así que a estas asociaciones les gusta mucho aparecer por aquí, como fue el caso de los flamantes (y actuales) ganadores de Marca Tolete 2018, las «asociaciones de vecinos que se reunían en las terrazas para quejarse de la proliferación de las terrazas». Si es que…
Esta nominación se parece mucho al discurso del flamante Premio Tolete 2020 de enero, don Fernando del Castillo. Sí, mi niño, ese al que le molestan los pobres…
Lo mejor de todo, la respuesta espontánea esa noche de la gente que estaba escuchando tranquilamente la actuación de la Chirimurga.